Mittwoch, 31. Dezember 2014

HARA



La práctica de Hara es indispensable para el crecimiento integral. Karlfried Graf Dürckheim, fundador de la escuela de Psicología Iniciática,  en la cual me formé como psicoterapeuta,  considera  al ser humano en su totalidad, tanto el cuerpo, mente como  alma.

Hoy llevo 30 años de enseñar a mis pacientes a través del Taichi Chuan, Qi Gon y meditación Zen, el desarrollo de esta zona vital,  ubicada dos dedos por debajo del ombligo en forma de círculo que envuelve a esa altura, como un cinturón de 5 cms.,  la zona posterior, lateral y anterior del cuerpo.  
Mediante el “exertitium ad integrum”,  término propuesto por la esposa del profesor Dürckheim, Maria Hippius , el desarrollo del Harase lo realiza en su   nivel integral.

Para el pueblo japonés esta zona corporal es  la base primordial de la vida, es allí donde se almacena energía vital, para ellos la persona debilitada no tiene Hara,  “Hara no nai Hito”
 Sin energía no hay transformación personal  ni transformación de  nuestro entorno, por eso cuando una persona está debilitada  lo primero que se debe hacer es de trabajar con su Hara, o sea trabajar en la recuperación y almacenamiento de su energía.

Cuando una persona esta encapsulada en un mundo mental, en el círculo vicioso de pensamientos arrolladores de su problemática, es decir , cuando el arquetipo en el que se encuentra su psique cobra tal fuerza superior  que su consciencia no la pueda soportar, se produce un desgaste constante  de energía, pues la consciencia tiene que esforzarse en exceso para mantener cierto equilibrio.

Por otro lado solo  tratando el alma desde un aspecto integral podremos mejorar y desarrollar el Hara. De ahí que el Hara no sólo es físico, también tiene un gran componete psíquico.




El caminante en su interior tiene que aprender paso a paso a confiar más en  una instancia interior que se encuentra en otro lado, fuera  de su mente que se esfuerza por mantener el control, fuera de los argumentos mentales  desgastadores.  

 El Hara, no sólo es físico, es un lugar del alma, donde  en  momentos de tragedia, da amparo, tranquilidad y seguridad, a pesar de que   la realidad vivída, sea en ese momento devastadora. Pues sólo allí se puede decir que la persona está enraizada en su Hara, que posee Hara. Personas coléricas, miedosas, nerviosas etc, las que pierden rápidamente su centro, su buena cordura reaccionando con precipitación equivocadamente,   no tienen Hara.

Hace algunos años el mundo pudo observar cómo los afectados por la tragedia de Fukushima  con soberanía y  tranquilidad hacían cola  en  la repartición de alimentos. 

Hara es el espacio que en su ejercicio,  compromete al practicante a un  nivel integral, o sea tanto físico como del alma, a caminar en su interior,  esto desde el enfoque   de la psicologóa iniciática. El  “Exertitium ad Integrum”, se debe ejercitar  todos los días,  de tal manera que  la persona que practica, la que se encuentra en un proceso de  crecimento se torne en un "practicante ad integro".


Todtmoos, Alemania
ver: el alma y el cuerpo, una unidad

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