Donnerstag, 26. April 2018

Progresión o regresión? La dicotomía de la psicología hospitalaria

Es interesante tomar en cuenta que existe dos tipos de abordajes en el trabajo psicológico: en relación al conflicto o a la estructura del paciente.

De acuerdo al abordaje que el psicólogo adoptará  se dará una constelación terapeutica específica. Cuando estuve  trabajando en una clínica psiquiátrica, psicosomática de problemas psíquicos "agudos" (Psychiatrische Akutklinik),  en un lugar idílico de Alemania la "Selva Negra", se nos  daba a entender, a los psicólogos,  que no debiamos hacer terapia conflictual sino más bien estructural. La consigna de nuestros jefes médicos,  con formación psiquiátrica,  parecia que  temía que el paciente, el cual llegaba a la clínica en un estado agudo de descompensación, empeorase mediante la  aplicación de una terapia psicodinâmica conflictual,  con el temor de que  incluso el uso de psicofármacos no lo ayudasen a salir de su regresión debido a un enredamiento de esta terapéutica aplicada.  



Son diversos los aspectos que debemos considerar cuando un paciente acude a nuestra terapia  en el hospital. Debemos valorar ante todo la gravedad de sus  síntomas, con ello  esclarecer el estado  de descompensación psíquica considerando o excluyendo tendencias  latentes o conscientes de suicídio. 

Es importante entender el problema actual que desencadenó su crísis interior, para ello, hacemos una anamnésis, vemos sus  características psicopatológicas, tomamos en cuenta las quejas que presente, planeamos la terapia y justificamos la importancia de su  internamento. La  asistencia hospitalar en Alemania es gratuita, sin embargo, los requisitos para justificarla son claros y contundentes. " El paciente debe  estar en un estado tan profundo de descompensación" que todas las medidas ambulantes, terapia invidual por ejemplo, hayan sido ya  agotadas, para justificar su internamiento.

A pesar cierta aversión   a la terapia conflictual en las clínicas,   encuentro que   siempre y cuando   el psicólogo tenga conocimientos claros de la "psicodinámica de paciente", será  posible  trabajar con el enfoque de la psicología profunda a pesar de que   el paciente se encuentre en un estado grave de descompensación . De otra manera se caería en el error de reducir al  tratamiento hospitalário en  un proceso meramente farmacológico y biologista.  Tomando en cuenta que la estadía tiene un promedio de tres meses,  el  número mínimo  sería de  30 terapias individuales. Con  una muldimensionalidad de tratamientos, tales como los realizados por terapeutas  del arte, música, cuerpo, acupuntura y  disciplinas para el  relajamiento tales como: QI Gong, Taichi, Meditación,  AutogenesTraining, etc., que trabajan esencialmente en la estructura del paciente es posible e importante que el psicólogo clínico  aborde el conflicto del paciente, o sea el lado  profundo del inconsciente que desencadenó su crísis.

El paciente se siente con derecho a exigir de su estadía en la clínica el ser estructurado, estabilizado sino también, a  llegar  a un estado de consciencia diferente,  descubrir  un lado profundo de sí mismo el cual   le permita hacer conscientes  los  aspectos propios: "su lado inconsciente expuesto a descompensar frente a situaciones específicas externas" así como "su  capacidad de confrontarse con estas situaciones difíciles"  o evitarlas a tiempo. (deficites y resources).
Para lograr este   proceso,  la terapia psicodinámica es sine qua non.
La medida exageradamente  cautelosa del médico jefe del hospital se basa en el   riesgo que conlleva  ese  camino, el cual se agrava  cuando el psicólogo   no  reconoce el proceso  psíquico del paciente. Sería simbolicamente como  si el paciente se encontrase en un laberinto oscuro y el terapeuta lo guiase ciegamente sin el mísmo saber en que dirección está la salida.

El punto primordial de la terapia es entender el proceso psicodinámico del paciente,  pero a pesar de ser indispensable y  muy importante,  no  se llegará a la meta  sin un adecuado uso de los mecanisos de   "transferencia y contratransferencia". El psicólogo debe  estar dotado de una enorme capacidad y sensibilidad empática que le permitirá abordar al paciente con enorme respeto y engagement. De acuerdo al grado de alteración psíquica  del paciente, ya sea una disposición de neurosis o una seria alteración de la estrutura de su  personalidad,  la capacidad del terapeuta de  contener las desviaciones laberinticas del paciente  (containing), es muy importante para elaborarlas y transmitirlas de vuelta  de forma constructiva durante el poceso psicoterapéutico.

El camino que el paciente será exigido a  caminar debe ser  dosificado en tramos pequeños de acuerdo la capacidad de asimilación de su consciencia,  para  de esa manera   evitar regresiones  innecesarias.

El psicólogo que trabaje en una clínica , deberá tener la capacidad de realizar una terapia tanto estructural como conflictual. Los dos sistemas deben ir a la par, "en la medida en que el paciente haga una regresión interior,  simultaneamente logre una progresión exterior." A medida que se confronte con sus conflictos interiores dolorosos se sienta al mismo tiempo más seguro de sí mismo. Para ello es importante que el  médico farmacologista adopte una actitud de confianza en el proceso terapéutico,    la terapia debe obtener  el  espacio para la regresión transitória la  que se transformará en poco tiempo en progresión, sin necesidad de frenar este proceso  terapéutico com medicamentos  por temor a la descompensación del paciente.

Al final de la estadía, lo que se definiria como una terapia exitosa es el sentimento que le permita al paciente llevar consigo a su casa, el sentimento de mayor confianza,  junto y debido a    una mejor comprensión de sí mismo.