Escrito por Ricardo Holland
El anima en el hombre es la contrapartida del animus en la mujer. Es la personificación de todas las tendencias femeninas psicólogicas en el hombre o sea sentiminetos, estados de humor, sospechas proféticas, captación de lo irracional, capacidad para el amor personal, sensibilidad para; la naturaleza, para el arte, para la belleza; capacidad para la relación con el inconsciente.
En su forma individual,el anima generalmente adopta la forma de la madre, si la madre tuvo una influencia negativa sobre él, su anima se expresará generalmente de manera irritable, deprimida, insegura, exageradamente suceptible a todo lo que le rodea. Dentro de sí escuchará una voz que le dice; "No soy nadie, o, nada tiene sentido, para otros es diferente pero para mí no cambian las cosas, no disfruto de nada, nada tiene sentido, para otros es diferente pero para mí no cambian las cosas, no disfruto de nada, nada me sale bien. El anima en este caso produce un miedo a la enfermedad, a la impotencia, o a los accidentes. la totalidad de la vida se torna triste y opresiva. Muchas veces conduce este tipo de anima negativa al suicidio, se expresa como demonio de la muerte. En francés se llama esta anima: Femme Fatale, esta anima se presenta en los alemanes como la sirena Lorelei que llevaba a la muerte segura a los marineros con sus cantos y en-cantos.
Si la relación del hombre con su madre ha sido demasida cargada de afectividad, el hombre puede tener tendencias afeminandas y ser incapáz de enfrentar los problemas de la vida. estos hombres pueden volverse exageradamente sensibles, sentimentales pudiendo caer en el alcoholismo o drogas.El anima negativa envuelve al hombre en un destructivo juego de intelectualizaciones. Se presenta con diálogos neuróticos pseudo intelectuales que lo inhiben de entrar en contacto con la vida real y de tomar decisiones importantes. Son aquellos hombres que no pueden vivir la vida y pierden la espontaneidad.
Autor del cuadro, Ernesto Zireque |
El anima positiva, en cambio, lo ayuda al hombre a encontrar su esposa, lo hace más profundo, le enseña a interiorizarse. El anima es una especie de guía del sí-mismo. Le enseña el camino de una vida más elevada, más espiritual. Esta ánima es la mediadora entre el yo y el si-mismo o selbst.
En los sueños se presenta este arquetipo también personificada en una mujer joven y hermosa, frecuentemente en conexión con la tierra o con el agua. Se puede presentar como una figura santa, pura, noble, Diosas, y desde otro aspecto como una prostituta o mujer seductora. (Ver el arquetípo del Animus)
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