Ejercicio “Ad
Integrum“
Rütte, Todtmoos 2014
Taichi Chuan es
una disciplina milenaria cuyo objetivo
inicial fue el de corporizar la filosofía del Taoismo. La dimensión del Taichi que yo enseño se basa en la siguiente premisa: “Durante y mediante la práctica se
pretende llegar al nivel profundo del alma donde la persona esté libre de todo sistema mental
personal, cultural, social, humano.”
No se trata de una práctica basada en la creencia ciega, como se exije en la participación de ciertos
movimientos esotéricos o espirituales: “Credo quia absurdum est” pues ello dificultaría la práctica del Taichi. El practicante debe tener mas bien una actitud
fundamentalmente "escéptica".
Por eso es necesario entender los orígenes de esta disciplina, la cual enseño desde hace mas
de 22 años, como complemento de mi terapia psicológica. (Forma corta de Chen Man Ching)
El Taoismo se
basa en dos energías contrarias vitales las cuales deben relacionarse una com otra en
armonía: El Yin y el Yang, a pesar de ser opuestas al final deben de
complementarse armoniosamente.
El Yin es la
energía pasiva, femenina, térrea. El Yang es la masculina, activa celestial. En cada
paso de Taichi se vive y practica el flujo del Yang y Yin, espiración e inspiración,
tensión o tono muscular y relajamiento o distención muscular, derecha e izquierda, encima y abajo,
posicionamiento del peso corporal y liberación del peso, para ello ejercitamos
constantemente los dos meridianos cerebrales al mismo tiempo.
Ricardo Silva Holland Bremen, 2003, Rhododendron Park Bremen |
El practicante gracias a su raciocinio debe entender primero como funciona este proceso, es decir
su nivel mental para ligarse a su cuerpo es muy importante.
Tai significa sobredimensional, enorme y Chi
la energía cuya traducción exacta del chino al español no existe, se podría decir
que es nuestro “elán vital” o energía vital o cósmica etc.
El Taichí es la
disciplina que en su nivel físico genera el Chí mediante el aprendizaje y práctica de la armonización de las
dos energías opuestas que durante la práctica se deben transformar cada vez más en fuerzas complementarias.
Nuestra psique ejerce un efecto enorme en nuestro cuerpo y querer
considerar esta disciplina milenaria sólo desde su efecto corporal sería caer
en el error cometido en Occidente durante siglos:
o sea separar al cuerpo del alma, donde al cuerpo se lo ve como una máquina que debe funcionar, rendir, etc. Ver Libro "Hara" del Dr. Karlfried Graf Dückheim., no se trata aquí del cuerpo que tenemos sino mas bien del cuerpo que
somos.
El Taichi, como yo la enseño, es una disciplina basicamente del alma. Nuestra dualidad existencial, los opuestos interiores, se los puede entender como las dos energías opuestas del Chi, Así podríamos ver que el Yin representa en la Psicología Analítica al arquetipo del Anima, lo femennino complementar en el hombre. Este debe fluir complementariamente con el Yang o
arquetipo del Animus o lo masculino complementar de la mujer. De igual manera debemos de superar no solo físicamente las
dos energías contrarias armonizándolas y tranformándolas en complementarias, sino también superar nuestra dualidad psíquica uniendo sus opuestos. Psíquicamente se dá, cuando la cabeza aprende a descender y más aún, a vivir en el Hara, ya que el Hara no solo es físico sino tambien es la
instancia psíquica que Carl Gustav Jung denomina como “Selbst” o el “Si mismo".
El Hara se encuentra aproximadamente dos dedos debajo de nuestro ombligo. Desde allí deben salir todos nuestros movimientos, como un eje centeral, inclusive la voz.
Tai Chi
Chuan hace referencia al camino a través del movimiento en una secuencia de pasos para producir y almacenar el Chi pero considerando la parte del Chuan. Este último término es traducido al español como la sombra.
En la Psicología Analítica
es fundamental el trabajo con el arquetipo de la "Sombra", ya que su reconocimiento forma parte del “Camino de Individuación”. Al arquetipo de la “Sombra”
al ser concientizado se lo podrá interiorizar y así luego de un proceso terapeutico psicológicose tornaría en energía unificadora y constructora.
El camino del Taichi Chuan pasa por el reconocimiento
del Hara a un nivel mental, la práctica del Chi a un nivel corporal, la
enraizacion en el Hara y enraización
en el centro del Selbst en su dimensión psiquica, donde
consciencia e inconsciente fluyen complementándose en armonía. De esta manera el Taichi Chuan se torna en un "Extertitium ad Integrum", es decir, en la práctica que integra en si misma, la instancia de las emociones, del cuerpo y de la razón.