El cuerpo y el alma representan una unidad.
Aunque en este campo no sea posible realizar estudios científicos para mí está claro que las personas que trabajan su psique prolongan el tiempo de sus vidas.
No sólo que aquellas personas viven más intensamente, según mi experiencia como psícologo compruebo constantemente que el trabajo con el alma de los pacientes hace que su energía circule libremente tanto en la psique como también en el cuerpo, beneficiandose así su salud.
La persona se relaja, respira profundamente, su piel cambia de tonicidad, parece que sale un peso interior que va mas allá de lo espiritual, también es físico.
Antiguamente la medicina clásica separaba al cuerpo del alma. Hoy en día todo médico letrado sabe acerca de la gran influencia que tiene la psíque sobre el cuerpo, tanto así que la palabra "psicosomático" es una término muy usado en la ciencia médica.
Cuando una persona no toma en serio a su psíque, no la hace caso, ignorándola, ella se manifiesta en cualquier momento a tráves del cuerpo, dándose una dolencia psicosomática, "el alma, cuando no es escuchada, llora a través de las células". Se manifiesta en el lenguaje de la enfermedad física y peor aún, si se la continua a ignorar, al final puede conducir al individuo a desarrollar una enfermedad crónica y llevarlo inclusive hasta la muerte.
Cuantas veces hemos presenciado en nuestro medio cercano a personas que se van rápiamente cuando la pareja de toda su vida se muere.
El poder que tiene la psique sobre el cuerpo es reconocido e inegable por el mundo científico.
Nosotros estamos compuestos por energía que inclusive la encontramos en la materia, en las piedras, en el aire, en el suelo, etc. En el cuerpo circula la energía a través de los meridianos o chacras. De acuerdo a la sensibilidad de cada persona cuando existe una tensión psíquica no trabajada, sea sufrimiento. inconformidad, miedo, tensión, inmaduridad para realizar un trabajo, desilución, etc si no es tratada a un nivel del alma esta causará un bloqueo de energía psíquica que con el tiempo también impedirá el flujo libre de energía en una parte focalizada del cuerpo causando enfermedades.
Una señora que llegó un día a mi consultorio sufría por no poder tener hijos. Después de un proceso terapeutico, de una transformación interior, tuvo un lindo niño. Es así que en ella comenzó a fluir la energía bloqueada que la impedía vivir su feminidad y por lo tanto la impedía ser madre.
Por otro lado el cuerpo y sus aflicciones, pero también sus placeres, pueden servir de puerta hacia una relación ideal con el incosciente. Alma y cuerpo están intimamente relacionados, el bienestar de un lado ayuda a la longevidad del otro.
ver: La neurodermitis y psoriasis desde una visión jungiana
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